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CEM-Tema 9: CONSCIENCIA

El ser humano no puede dejar de crecer, de evolucionar, de cambiar, está en un continuo movimiento. Cuando se atasca en condicionamientos y mecanismos muy arraigados, se bloquea, degenera y enferma.


Ir contra natura nos enferma. Es por ello por lo que se hace necesaria poner la mirada en la consciencia.


¿Qué es la consciencia?


La Consciencia es la capacidad de todo Ser vivo de "darse cuenta".


Dice el Dr. Cayo, creador de la TNDR que la consciencia está obligada y determinada a evolucionar, a encontrarse, a hacerse consciente de ella misma.


"Cuando las aguas se vuelven quedas, reflejan todas

 las nubes que sobre ellas pasan".



Desde lo más remoto de la historia, la humanidad se esfuerza en averiguar cuál es la esencia de un Ser vivo; dónde está el límite entre la vida y la no vida. Se admite sin discusión que las personas, los animales y las plantas tienen vida. También se acepta que las bacterias la presentan. Los primeros desacuerdos aparecen al considerar los virus, siendo aún un tema de debate en la comunidad científica. Tradicionalmente, se considera ser vivo a cualquier entidad capaz de relacionarse, nutrirse y reproducirse.


Todos los Seres que se consideran vivos presentan una Consciencia; es lo que les da la cualidad de existir, de vida.


El Ser Humano presenta una estructura:


  • "Una Consciencia" porque se da cuenta, se atestigua a sí mismo y a todo cuanto le rodea.

  • "Humana", determina un molde, unas características.


La Consciencia es como un espejo totalmente limpio, transparente y vacío, capaz de reflejar cualquier imagen existente. El hecho de que cualquier imagen por rara, común, fea o bonita, abstracta, caliente o fría, grande o pequeña. ... se pueda reflejar en el espejo, nos hace decir que la Consciencia es un vacío lleno.


A cualquier imagen que se refleje en ese espejo lo llamamos Estado de Consciencia.



Este concepto cuesta entenderlo porque en la realidad concreta-material no existe. un Estado de Consciencia no se puede delimitar con precisión, no tiene fronteras propias y en el mundo de la materia y las cosas concretas lo que no tiene límites precisos no existe. La vida es una sucesión y combinación constante e ininterrumpida de Estados de Consciencia.


Veamos un ejemplo sencillo que pudiera facilitar la comprensión: imagina que tu vida es una película en una pantalla de cine, si paramos el proyector y dejamos la imagen estática, podemos decir que eso es un Estado de Consciencia. Cada imagen de la película es un Estado de Consciencia.


No todos somos igual de conscien­tes de no­sotros mismos y de cuanto nos rodea. Hay quien se da más cuen­ta de las cosas y quien se da menos. La diferencia real entre dos Seres vivos, entre dos Seres Humanos, radica en sus Nive­les de Consciencia.

 

El término NIVEL DE CONSCIEN­CIA, designa la intensidad y calidad de estar despierto, de estar vivo, del darse cuenta, que presenta una persona. El Nivel de Consciencia va desde cero a infinito. El cero sería la no existencia y el infinito la existencia total, la integración con lo absoluto, con la eternidad.

 

Desde que un niño nace todo su afán es investigar, apren­der, conocer. Es un Impulso innato de hacerse consciente, de aumentar su Nivel de Consciencia, de darse cuenta... El niño busca hacerse más consciente a la vez que Goza, o digamos que Goza a la vez que se hace más consciente.

 

Podemos definir el Nivel de Consciencia como la capaci­dad en intensidad y calidad de darse cuenta que un Ser presenta.

 

La CONS­CIENCIA es la Esencia del Ser Humano. Yo soy el que se da cuenta de las cosas, el que se da cuenta de que yo existo, el que se da cuenta de que me doy cuenta. La Consciencia es quien se da cuenta de todo cuanto puedo ver, pensar, sentir, razo­nar, intuir, comprobar, ...

 

La Consciencia es testigo de lo que pueda incluir la pa­labra todo. De aquí que a la Consciencia también le daremos el nombre de TESTIGO.

 

La Consciencia atestigua cuanto le rodea y ella misma es, todo cuanto es concebible. La Consciencia, el Testigo, lo único inmutable, lo que siempre permanece.


 El Nivel de Consciencia equivale al Nivel de

Comprensión de la existencia.

 


Técnicas o artes hoy en día en boga, tales como: Yoga, Re­lajación, Meditación, Terapias psíquicas, Trabajos Manuales, Teatro, Expresión Corporal, Música, Poesía, y todo un largo etc.; que se buscan como formas de crecimiento personal, de evolucionar, de encontrar "algo más"; tienen como fin saborear el Arte de la Existencia. E inevitablemente se va elevando el Nivel de Cons­ciencia pudiendo originar Puntas de Consciencia.

 

Cuando hablamos del Nivel de Consciencia de una persona, nos estamos refiriendo al Nivel medio. En la vida diaria aparecen mo­mentos en los que somos mucho más conscientes de nosotros mismos o de cuanto nos rodea como por ejemplo durante el paseo por un bosque.

 

A estas elevaciones agudas de la consciencia, generalmente momentáneas, las llamaremos PUNTAS DE CONSCIENCIA. Se dan ante circunstancias externas y permiten que la Consciencia aumente de brillo y la persona se dé más cuenta de lo que está viviendo o reali­zando. Como si, de repente, esas circunstancias nos aportaran vi­da, consciencia, comprensión. Esas circunstancias son como un condensador que atrae un rayo de luz proveniente del centro de la sabiduría del universo y hace resplandecer a la Conscien­cia, la ilumina durante un tiempo corto; brillando con más luz de la que habitualmente tiene.

    

Estas Puntas de Consciencia nos permiten comprender cosas que nunca se habían comprendido o que se habían olvidado. Re­presentan verdaderos momentos de evolución.

 

Hay contextos y ambientes que pueden ayudarnos a evolucionar, por ejemplo ante un accidente, un desastre ecológico, un desengaño amoroso, un sobre esfuerzo físico… Estas situaciones son un impacto, una fuerte vivencia y como tal se origina energía, que hace reflexionar a la Cons­ciencia sobre sí misma, aumentando su frecuencia vibratoria. Así aparece una Punta de Consciencia que te hace comprender aspectos del misterio de la vida, de los cuales nunca te habías dado cuenta. Las Puntas de Consciencia pueden aparecer como Sentimientos de respeto o de Amor hacia todo lo que nos rodea... o simplemente, como un Sentimiento de comprensión.

 

Ante los desastres, cuando nuestra soberbia aflora, nos ofen­demos y la energía del impacto se gasta en dar vida al agra­vio, al sufrimiento, se hace imposible la reflexión de la Consciencia sobre sí misma. La experiencia, si te ofendes ante la dificultad o vivencia desagra­dable que la vida te ofrece, no ayuda a aumentar el nivel de consciencia. Lo correcto y Digno es Atesti­guarla, y vivirla intensamente sin darte por ofendido.



Ante una ceremonia, puesta de sol, pa­seo tranquilo… ante la poesía, la música, el arte… se crean Pun­tas de Consciencia, pues son en sí mismos vivencias inten­sas que originan mucha energía. Son circunstancias que fácil­mente crean un canal de conexión con la sabiduría universal, obli­gando a la Consciencia a volverse sobre sí misma, y auto crearse, auto hacerse consciente. También ante una divertida fiesta se pueden originar Puntas de Consciencia.  

 

Los Niveles de Consciencia además de aumentar, pueden disminuir.

   

Un niño busca experimentar, probar, conocer, guiado sim­plemente por su Instinto Primario. Este comportamiento le lle­va a aumentar su Nivel de Consciencia mediante la creación constante de Puntas. Son numerosos los momen­tos en que el niño se queda admirado (Punta de Consciencia) ante lo que le rodea o por lo que descubre.

 

Cuando la dirección de nuestro Instinto Primario es alterada por creencias tanto científicas como socioculturales, hay mayor dificultad en atestiguar el mundo que nos rodea se­gún nuestra Necesidad, de tal forma que la Consciencia tiene menos posibilidades de crecer. Si estas creencias son demasia­do fuertes, pueden atar al individuo a un punto rígido que le impedirá ver y conocer el resto del universo. Por otro lado, toda la energía que el vivir origina, que en condiciones nor­males sería utilizada para aumentar el Nivel de Conscien­cia, es utilizada para defender o justificar (fanatismos) su atadu­ra. Y de esta forma se puede originar una disminución en el Nivel de Consciencia.

 

La rutina son actos, movimientos, situaciones repetitivas. Si forma parte de mi Predilec­ción (lo que prefiero), de mi Necesidad (lo que necesito como individuo concreto que soy), entonces la rutina es vida. Pero cuando no forma parte de mi Predilección, deja de despertar Sentimien­tos, no me aporta vida, me adormece. Crea una barrera entre yo y el mundo, no permitiendo que la energía de la vida que rezu­ma cuanto me rodea, me llegue. Hasta el punto de que la Conscien­cia no puede crecer, pudiendo originar una dismi­nución en el Nivel de Consciencia.

 

La Consciencia es esa capa­cidad que tengo de saber que yo existo.

Si nos preguntamos quién soy, la respuesta es: una Consciencia.

   

Para los materialistas somos un Cuerpo Físico. Para los religiosos lo importante es el Espíritu, el Alma.  Los filósofos y científicos dan preferencia a la Mente; de aquí la famosa frase "pienso luego existo". Los poetas se inclinan por los sentimientos, por el corazón (como centro de los sentimientos), "siento la vida luego existo". Los freudianos se centran en el Sexo, la Muerte y el Incons­ciente como fuerzas principales motivadoras. Y así, podemos encontrar todo tipo de inclinaciones que tienden a identificar al Ser Humano con una u otra de sus características, con una u otra de sus envolturas, con una u otra parte de su molde, pero no con su Esencia. En la teoría TNDR a estas características se les denomina Arqueti­pos.


Tal y como hemos dicho, la Consciencia es como un espejo. Refleja (atestigua), todo cuanto se pone delante de él, pero en sí, el espejo está vacío. Al leer filosofías Zen o en general filosofías orienta­les sobre el hombre, nos encontramos con frases tales como "el hombre es un vacío lleno". Lógicamente es una contra­dicción. Pero la Lógica se queda muy corta cuando intentamos entender la "lógica" de la vida.

 

La Esencia del hombre es la Consciencia. La Consciencia es un espejo y como tal está vacío, no tiene nada, pero puede reflejar cualquier imagen que se ponga delante; de aquí el ma­tiz de que está lleno. Todo puede ser reflejado en el espe­jo. Todo puede ser atestiguado por la Consciencia.

 

 Cualquier cosa que podamos pensar, sen­tir, imaginar, concebir, intuir, experimentar,... es simple­mente una imagen reflejada en el espejo de la Consciencia. El estar contento, alegre, triste, pensativo, meditabundo, ama­ble, comprensivo, ... quiere decir que estas entidades o ener­gías o cómo se las quiera llamar, se encuentran delante de la Consciencia y ésta las está reflejando.

 

A todas las imágenes que el espejo pueda reflejar, las llamaremos ESTADOS DE CONSCIENCIA.

 

Definimos el Estado de Consciencia como la vivencia que se registró o atestiguó, originada por los estímulos del Am­biente en que me encuentro inmerso, y mi propia constitución.

 

Existen infinitud de Estados de Consciencia. La vida es una atestiguación (reflejo en el espejo) constante del Ambiente en que la Consciencia se halla metida. Lo que se refleja en el espejo, depende por un lado de la fuerza del Ambiente y por otro de la constitución humana, la cual explicaremos al desarrollar la Estructura Arquetípica del hombre.

 

Cualquier creencia cultural, política, científica, reli­giosa... influye sobre la constitución humana. Tiende a selec­cionar unos tipos concretos de Estados de Consciencia y, por tanto, cierra la puerta a la Infinitud de Estados que supone la Existencia. De forma parecida se comportan las Frustraciones, Traumas y Egos.


Hay un cuento Sufí que puede ayudarnos en la comprensión de la consciencia.

 

Antiguamente los Sufíes eran perseguidos y condenados porque eran gente libre, o que buscaban la libertad, el inte­grarse con el Universo. Sus perseguidores eran los que debido a su bajo Nivel de Consciencia, pues no se pue­de decir a su mala fe, se ponían nerviosos ante los que busca­ban la libertad.

 

     Cuentan que, a un Maestro Sufí, por ser libre le habían condenado a muerte. Pero preci­samente por ser un "Maestro" todo el mundo deseaba con­sultarle algo. El mismo rey que le condenaba fue a visitarlo al calabo­zo y le preguntó:

 

     ‑. ¿Cómo piensas vivir estas 24 horas que te quedan antes de ser ejecutado?.

 

     El Maestro Sufí contestó:

 

     ‑. Momento a momento, instante a instante. ¿De qué otra forma se puede vivir? En 24 horas puedo vivir infinitos ins­tantes, puedo vivir una eternidad; en 24 horas puedo vivir más que tú en toda tu vida. Pocos momentos del día tu Consciencia está despierta. Estás aletargado en tu importancia y creencias estúpidas de que eres un rey.

 

     Este pequeño cuento quiere hacernos comprender que en la medida en que somos más Conscientes, vivimos más. Una persona puede vivir 100 años, pero si su Consciencia está dormida es como si hubiese vivido 2 o 3 días, no más.

 

     Si te preguntas por cómo ha sido tu vida comprobarás, en muchos casos, que no te acuerdas, no tienes la sensación de haber vivido.

    

Es como preguntar a alguien por la mañana:

 

     ‑.¿Esta noche has vivido mucho?.

 

     ‑.¡No, nada! Anoche me acosté y esta mañana me he desper­tado.

 

Para esta persona la noche ha sido un instante, no ha habido más tiempo, ha estado dormido. Digamos que muchas personas están dormidas cuando tienen que estar despiertas; el Nivel de Consciencia es bajo, así que registran pocos instantes, captan pocos momen­tos, consecuentemente viven poco aunque cumplan muchos años.

 

¡Un segundo de intensa vida (Consciencia) es mejor que mil años dormido!

         

 

"Yo soy una CONSCIENCIA, EL TESTIGO".

    

Te invito a Reflexionar y a Meditar sobre el tema.


REFLEXIONAR es pensar, utilizar la mente de forma lógica. Es razonar, deducir, comparar, sopesar, ... Es centrar la Cons­ciencia a través de la Mente, en un punto (llamado habitual­mente problema o dificultad).

 

Si quieres Reflexionar sobre una cuestión determinada, debes centrar toda tu Mente y con fuerza pensar en ella.

 

MEDITAR es dejar la Mente en blanco, no pensar, quedarnos abiertos y recep­tivos. Dar la posibilidad de un diálogo entre nuestro Incons­ciente Profundo y el Universo, en el cual la Mente no puede intervenir. Es dejar que la conclusión se vuelva consciente, como un acto instintivo.

 

Si quieres Meditar sobre una cuestión determinada, debes impregnarte de su esencia, como de una fragancia, callar tu diálogo interior, parar tu Mente y volverte recep­tivo. Meditar es Dejar la puerta abierta a la comprensión que surge del diálogo entre la sabiduría colectiva que está en lo profundo de tu Ser y el Universo que te envuelve.

 

Analizando todos los métodos, filosofías, religiones, ciencias, y cualquier tipo de enseñanza o doctrina, comprende­mos que es “el despertar de la Consciencia” lo que persiguen. El problema surge ante el hecho de que lo olvidan, de que se les pierde entre un montón de normas, creencias y fantasías que llegan a tapar y oscurecer el fin que están buscando.

 

La única meta es despertar al máximo la Consciencia

que eres tú, pues esto es la vida. 

 

El Ser Humano por el hecho de ser humano, presenta una ESTRUCTURA ARQUETIPICA que le define y diferencia de cualquier otro tipo de Ser, Ente, Animal o Cosa.

 

También podemos llamarla Estructura Arquetípica Humana Universal, a la cual nos adaptamos todas las personas. Es com­pleta y perfecta, imaginémosla como un círculo. Todos somos diferentes, presentamos un Arte Personal que nos distingue; digamos que cada círculo tiene un color distinto. Este color es innato y propio de cada persona. Ahora bien, el vivir dia­rio, las opresiones del mundo que nos rodea deforman, abollan el círculo, digamos que tenemos inhibida, bloqueada, hipertrofiada,... parte de nuestra Estructura Arquetípica. Al poner nuestro círculo sobre el círculo universal, se verá contra­hecho, ovalado, dentellado o que le faltan trozos; son los Traumas y Frustraciones que todos llevamos dentro.


Conseguir aceptar y equilibrar todos tus Arquetipos, es la única forma de llegar a ser FELIZ, ENTERO, COMPLETO, porque si sólo trabajas tu Sexualidad, tu Dignidad, tu búsqueda del Placer o Gozo, tu Espiritualidad,...; sólo estás trabajando una parte de tu Ser.

 

Durante miles de años diver­sas Escuelas Iniciáticas, Religiones, Filósofos, Científi­cos,... se han preguntado ¿Qué es el Ser Huma­no?, intentando conocerlo

 

Para com­prenderlo tenemos que vivirlo, vivenciarlo.  Un científico puede analizar, describir, estudiar la composición de una roca, pero él no tiene nada que ver con ella, así que puede ser objetivo. Cuando un científico se estudia a sí mismo el problema cambia, ya no puede ser tan objetivo pues sus Creencias, Traumas, Frustraciones y Egos se ponen de por medio y le nublan. Si pudiera serlo, cambiaría todos sus conflictos psicológicos, llegaría a depurar su psique y a conectar verda­deramente con sus Arquetipos, lo cual le pondría en un lugar de evolución muy alto. Pero,  poca gente tiene realmente capaci­dad para ello, ya que es una disciplina que lleva años.         

 

Como los Estados de Consciencia no dejan de ser algo abs­tracto podemos hacer muchas comparaciones para referirnos a ellos y de la misma forma nos es posible realizar muchas clasi­ficaciones. Veamos una:

    

  • Estados de Consciencia Personales: son los que una perso­na vivencia de forma habitual; determinan lo que él considera que es su vida, forman su mundo, es el modo en que registra el mundo que le rodea. Determinan lo que la gente llama "mi rea­lidad".

  • Estados de Consciencia Familiares: son los valores de to­do tipo que determinan o condicionan unas formas concretas de vivencias, y por consiguiente de Estados de Consciencia que se dan dentro del seno familiar, o como consecuencia de éste.


  • Estados de Consciencia Culturales: son los determinados por una cultura. Tengamos en cuenta que la forma de sentir el mun­do que rodea a un chino, a un esquimal, a un bantú, a un euro­peo tienen poco en común.


  • Estados de Consciencia Religiosos: Son los determinados por las creencias, normas, prohibiciones, o consejos que impone esa doctrina. Si la doctrina dice que el matar en nombre de su dios es bueno el individuo vivirá un Estado de Consciencia hermoso cuando comete un acto tan repulsivo como matar a un semejante. Si dice la religión que el Sexo es pecado y que es­tá mal, el individuo vivirá un Estado de Consciencia desagra­dable cuando su Sexualidad se manifieste.


Una forma más práctica y sencilla de clasificar es la siguiente:

 

Estados de Consciencia Habituales. Re­presentan la forma de captar la vida de un individuo o grupo de individuos. Si dejamos a un grupo de personas a su libre albe­drío, veremos que tienden a relacionarse con una serie de va­lores más o menos conocidos y establecidos. Están de algu­na forma dictados o enmarcados dentro de una estructura forma­da por los valores religiosos, culturales, filosóficos, cientí­ficos,... del momento. Dentro del grupo habrá quien esté más agarrado a los valores religiosos, otro a los culturales, a los filosóficos o a los científicos, pero nunca se salen de los límites que determinan los márgenes en que se mueve una sociedad. Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con los valores del otro, pero siempre se entienden por estar todos dentro del recinto.

 

Estos valores hacen que sólo puedan ser atestiguados por la Consciencia un número de Estados, más o menos determinado, y desde luego limitado.

 

Las personas que viven de esta forma pasan su vida sin poder salir de esta cárcel. Cuan­do la muerte les llega, creen estar de vuelta de todo, creen conocer todo lo necesario. En el mejor de los casos lo más que pueden haber conocido es el estrecho recinto de su cárcel. No han ido a ningún sitio, luego es difícil que estén de vuelta de algo; se han perdido el Misterio de la Eternidad de esta Existencia.

 

Estados de Consciencia Extraordinarios. Son vivencias fuera de los valores establecidos como normales por la socie­dad.  

Encontramos una variedad de individuos de lo más dispar dentro de este apartado. Para resumir, digamos que están in­cluidas todas esas personas consideradas raras y marginadas. Desde los grandes genios hasta los deficientes mentales, pa­sando por los excéntricos, los artistas, lo religiosos de ver­dad, los ina­daptados sociales, etc.

 

Estas personas captan una realidad diferente a la que la sociedad vigente plantea.  Al salirse de los límites de la sociedad habitual no pueden ser entendidos, produciéndose un choque. Golpean a los valores de la sociedad que les rodea a la vez que son golpeados por ella. Los Estados de Consciencia Extraordinarios representan unos pasos más allá del alambre electrificado que delimita la pradera donde la sociedad habi­tual vive, donde se dan los Estados de Consciencia Habituales. Nos hacen comprender que existen más praderas, "que hay más tierra firme". Son exploradores de nuevos mundos, que permiten que agrandemos la alambrada eléctrica para incorporar los nue­vos metros cuadrados de tierra que van descubriendo. Amplían lo que llamamos la realidad. Son las pocas posibilidades de cambio que presenta la sociedad, de agrandar o por lo menos mo­dificar la cárcel en donde se encuentra metida, de poder vi­venciar otro trozo del Misterio de la Vida.

 

Un ejemplo sencillo lo tenemos en el Movimiento Hippy, en sus tiempos incomprendido. Con su comportamiento nos han posi­bilitado el que hoy cualquiera, aún los que se consideran "conservadores" y "decentes", puedan usar un pantalón cómodo o de sport; han permitido nuevos peinados, nuevas vestimentas, formas más cómodas de vivir. Aquellas personas, en sus tiempos menospreciadas, han ensanchado un poco los límites de lo acep­table, de lo real.

 

También los artistas que en un momento siempre son incomprendidos, al final abren al hombre otras po­sibilidades de vivenciar el mundo. Lo mismo ocurre con esos que se les llama en un principio "locos" o "extravagantes", pero que luego son imitados por los demás.

 

El mundo de estos individuos, mejor dicho, parte del mun­do de estos individuos es diferente al normal. Pero suele ocu­rrir que dentro de su mundo su comportamiento no deja de im­plicar unos Estados de Consciencia Habituales o Personales. Algo así como la rutina en un mundo extraordinario.

 

 Así es como ha evolucionado nuestra historia. Por un lado, el inmovilismo fanático de la mayor parte de los hombres que sólo vivencian Estados de Consciencia Habituales, y por otro los locos y los genios que agrandan el mundo con sus Estados de Consciencia Extraordinarios.

 

Pero, existe un tercer tipo al que llamaremos:


Estados de Consciencia Conscientes. Son los vivenciados por personas que no tienen creencias. Nada les encarcela como a los anteriores.  Si alguna jaula existe en sus vidas en vez de defenderla como hace la gente habitual, la golpean sin compasión hasta que sus barrotes ceden y terminan cayendo; van abriendo todas las puertas de la libertad.

 

Ninguna creencia les guía, ninguna "verdad ni mentira" les puede equivocar, sus puntos de referencia son otros. Su única guía es su Predilección (Impulso que nace más allá de todo Centro Mental y consecuentemente de toda creencia). Su Consciencia reflexiona sobre si misma haciéndose consciente de cada acto constantemente.

 

Para estas personas no existen límites, no existen barre­ras, el infinito se abre en todas las direcciones, ellos sim­plemente son conscientes.


LA ATENCIÓN


Es la única herramienta de que dispone la Consciencia para poder centrarse en unos elementos u otros del mundo que le rodea. Dicho de otra forma, la atención es la capacidad de centrar la Consciencia.


La atención mediante los sentidos nos permite centrarnos en algo concreto de la infinitud que nos rodea. Donde se pone la atención, va la energía, y la energía es el sustento de la realidad. Digamos que la energía es atraída por la atención. La atención moldea la energía y crea la realidad.


La única libertad que tenemos como seres humanos es decidir dónde ponemos la atención, dentro de las posibilidades que el universo que nos rodea nos ofrece. Es nuestra única verdadera "libertad".



IDENTIFICACIÓN DE LA CONSCIENCIA


Dice la Máquina Ser Humano, que la identificación de la consciencia es el "proceso por el cual la Consciencia no se identifica con ella misma, sino que lo hace de forma absoluta con una manifestación de lo humano".


La Consciencia no percibe su esencia (Ser), sino que solo percibe lo que la envuelve, es decir alguna manifestación de los 12 Arquetipos (lo Humano)".


El Ser Humano  como Ser es igual a una Consciencia, y como Humano es igual a unas características, lo que denominamos  los 12 Arquetipos.


Por lo general, la Consciencia se identifica con un ego, una creencia, con un trauma o una frustración. El individuo siente la identificación como única realidad.


El Ser Humano es una Consciencia que está dentro, viviendo, arropada,... por los Arquetipos Humanos. Con frecuencia la Consciencia no se identifica consigo misma, sino que lo hace con uno de los arquetipos o con sus manifestaciones. Por ejemplo, una persona que se cree que como esencia es la Función Conceptual ("pienso luego existo"), o el que cree que como esencia es "el hijo de un dios". Se puede dar de forma natural porque el nivel de consciencia es débil, generando las creencias, o por los traumas y frustraciones.


Esta identificación representa la viga maestra de la casa, en ella se apoya el edificio de la realidad para ese individuo en concreto. Si esta viga se pone en entredicho, la persona vivencia el sentimiento de no saber quién es.

Sea lo que fuere con lo que la Consciencia se identifica, es el punto de referencia donde se apoya todo cuanto pueda percibir; todas las demás imágenes que percibe la Consciencia, las relaciona con su identificación, es decir con su viga maestra.


Enganche de la Consciencia


Según la teoría TNDR el enganche de la consciencia es el "proceso por el cual la Consciencia se identifica con varias manifestaciones de lo humano".


Similar a identificación de la Consciencia. Se diferencia en:


Identificación de la Consciencia: la persona cree ser aquello con lo que se identifica, y por lo tanto solo lo hace con una manifestación de forma absoluta.


Enganche de la Consciencia: la persona no se identifica al 100% con una manifestación por tanto, puede engancharse con varias manifestaciones diferentes. Ej.: en esencia soy agresivo, triste, tímido, afectivo, melancólico, inteligente, intelectual, emocional, católico, musulmán, ...


Los enganches son las vigas secundarias que se apoyan en la viga maestra (la identificación) que forman el edificio de la realidad para un individuo concreto. Son secundarias, aunque alguna se rompiese, la casa no se derrumbaría.


Bloqueo de la Consciencia

El bloqueo de la consciencia es "la Consciencia no se identifica con algo en concreto, ni siquiera con ella misma".


No existe una viga maestra. El edificio de la realidad se derrumba. Absoluta desidentificación de la Consciencia, ni siquiera consigo misma, por despertarse de golpe un gran número de programas parásitos correspondientes a traumas, frustraciones o egos que agotan el poder vital y la Consciencia no puede identificarse con algo en concreto, ni siquiera lo hace consigo misma.


Todas las enfermedades psiquiátricas en que se da una disgregación de la personalidad, hay que considerarlas aquí. Se dan en circunstancias de poco poder vital, el individuo no sabe quién ni qué es. O cuando la persona percibe demasiadas cosas y a pesar de tener un buen poder vital se vuelve un poco loco por no poder identificar lo que sucede.


Son tres los tipos básicos de Identificaciones, Enganches y Bloqueos:

  • Con Creencias.

  • Con Sentimientos.

  • Con Impulsos.


Piensa, reflexiona, medita:

- ¿Podrías existir sin Consciencia?



Recordatorio Tema 2:

  • Mientras que se realizan estos movimientos la mente ocupa un segundo plano, el cuerpo y el movimiento

  • son los protagonistas, es donde ponemos la atención. Arrinconando el pensamiento “el cuerpo nos indica” cómo tenemos que movernos. Consiguiendo un espacio de Meditación En Movimiento.

  • Cuando la atención está centrada en el cuerpo en movimiento, descubrimos que es el propio cuerpo quien decide los diferentes movimientos que van surgiendo.

  • Al abandonarnos en el instante de movimiento, surge el equilibrio que nace del vientre, del Centro De Consciencia de la Gran Esfera Del Vientre (lo que se denomina Hara en las culturas orientales).

  • Es la mente la que irá por detrás del movimiento, atestiguando cada instante de movimiento que se va produciendo.



by edicionestndr



WEBS de interés:

www.lacasitadepaz.es



TNDR:

LA TEORÍA DEL TODO

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